18 de Mayo de 2025 | 12:57

INTERNACIONAL

El mundo despide al papa Francisco; su funeral convoca a líderes.


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| 2025/04/26 - 17:00

Desde la Plaza de San Pedro en Roma, miles de fieles siguieron conmovidos el funeral del Papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, quien marcó un hito como el primer pontífice latinoamericano y reformador de las tradiciones vaticanas.

El acto, celebrado bajo un cielo claro y una atmósfera solemne, congregó a más de 250 mil personas y a decenas de líderes mundiales.

A las 10:00 horas locales, en una ceremonia encabezada por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, se inició el adiós oficial en el atrio de la Basílica de San Pedro.

Francisco había simplificado años atrás el protocolo funerario papal, eligiendo un ritual más austero que se reflejó en todos los detalles del acto.

Una ceremonia sencilla pero histórica
Por deseo expreso de Francisco, el ataúd fue uno solo: una caja de madera sencilla, rompiendo con la tradición de tres féretros (ciprés, plomo y roble) que había imperado durante siglos. Encima, se colocó un ejemplar del Evangelio, recordatorio de su misión pastoral cercana a los más vulnerables. Antes de fallecer, el Papa Francisco expresó su deseo de ser enterrado con los zapatos gastados que usaba diariamente. El Vaticano ha accedido a este pedido.

Desde temprano, líderes como el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, junto a Melania Trump; el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski.

Trump, acompañado de la exprimera dama Melania Trump, a lo largo de la misa participó en el rito de dar la paz, estrechando la mano de figuras internacionales.

Saludó a los reyes de España, Felipe VI y Letizia, quienes se encontraban en primera fila junto a otras autoridades. También intercambió saludos con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.

El presidente argentino, Javier Milei, quien como candidato insultara al papa; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y los reyes de España, Felipe VI y Letizia, ocuparon sus lugares en una abarrotada plaza.

También se unieron a la ceremonia la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa. Por España, asistieron María Jesús Montero, Yolanda Díaz, Félix Bolaños y Alberto Núñez Feijóo, destacando la ausencia del presidente Pedro Sánchez, quien fue criticado por sectores políticos.

En un gesto de inclusión que definió el legado de Francisco, un grupo de 40 personas representando a migrantes, pobres, personas sin hogar, presos y transexuales estuvo presente en las primeras filas.

Durante la homilía, el cardenal Giovanni Battista Re recordó las palabras de Francisco frente al crecimiento de los conflictos armados:

"Nunca dejó de alzar la voz en favor de la paz y la sensatez negociadora."
Evocando su histórica frase dirigida a Donald Trump, el cardenal subrayó: "Construir puentes, no muros."

Además, recordó que el Papa dedicó su vida a los más necesitados, resaltando: "Nos enseñó que el amor debe extenderse hasta los márgenes del mundo."

La homilía, de unos 20 minutos, concluyó con los ritos de la Última Commendatio y la Valedictio, donde el cardenal asperjó agua bendita y el féretro fue incensado ante una multitud emocionada que entonaba el cántico In Paradisum.

Una procesión multitudinaria por Roma
Tras la misa, el féretro fue trasladado en el papamóvil adaptado. La procesión, de seis kilómetros hasta la Basílica de Santa María la Mayor, atrajo a unas 150 mil personas que se apostaron a lo largo de lugares icónicos como el Coliseo.

Entre aplausos, lágrimas y flores, el cortejo avanzó escoltado bajo estrictas medidas de seguridad que incluyeron aviones y un destructor naval.

Cánticos, rezos y pancartas como "Gracias, Francisco" y "Santo " acompañaron el recorrido, reflejando el profundo impacto de su papado.

El entierro fue un acto privado, reservado a cardenales y religiosos. Francisco fue sepultado junto al ícono de la Virgen Salus Populi Romani, en una tumba de mármol blanco liso, tal como había dispuesto en su testamento: sin lujos ni decoraciones.

A partir del 27 de abril, la tumba estará abierta al público. El arcipreste Rolandas Makrickas confirmó que el Papa quiso ser enterrado "en la tierra", en un gesto final de humildad.

Con el funeral de Francisco se abren los Novendiales, nueve días de misas que finalizarán el 4 de mayo, mientras que el cónclave para elegir a su sucesor podría iniciarse entre el 5 y el 10 de mayo.

En redes sociales, líderes mundiales destacaron su legado. Ursula von der Leyen resumió el sentimiento global:

"Nos recordó que el amor debe llegar a quienes no tienen voz."

En Argentina, el duelo nacional de siete días decretado por Milei refleja la magnitud del impacto de Francisco no solo en la Iglesia, sino también en el corazón de su tierra natal y del mundo.

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