17 - Septiembre - 2019 | 17:07

Despojado de cualquier rumbo, de cualquier apoyo popular del que en su momento se pudo vanagloriar, el Partido Acción Nacional que puso a un presidente en el primer respiro de la alternancia democrática o el segundo, conocido por robar la presidencia de la República en el 2006, está lejos en estos momento, de representar a alguien que no sea a ellos mismos.

En medio de este extravío, a los senadores y senadoras panistas no se les pudo ocurrir mejor idea que la ridiculez de buscar la destitución del gobernador y diputados de Veracruz, SÍ queridos lectores, la destitución del gobernador y diputados porque según estos representantes de nadie, Veracruz es un estado fallido, cosa que para ser sinceros suena más a una vendetta por la destitución del exfiscal Jorge Winckler y la exhibida al fiscal anticorrupción, Marcos Even Torres Zamudio por su sueldazo de 300 mil pesos.

Y es que Winckler era la pieza clave para cuidarle las espaldas a prácticamente todos los panistas que hoy se venden como paladines de la democracia, desde Julen Rementería y los contratos que le otorgó a Pepe Mancha y su esposa Monserrat Ortega, hasta Yunes Linares y los desvíos para la campaña de su hijo, Yunes Márquez, pasando por la senadora Indira Rosales, amante del carga maletas de Yunes papá, Elías Assad, por presuntos desvíos mientras estuvo en SEDESOL estatal.

La jugada maestra para sacar a Winckler de la posición clave en la procuración de justicia, desnudó por completo las carencias del panismo, la evidencia más clara está en esta cruzada contra el estado de derecho, algo que incluso ellos, los más desfachatados opositores del cambio no hicieron, ni se les pasó por la cabeza mientras gobernaba Javier Duarte y ni hablar de Miguel Ángel Yunes Linares.

Hacer el ridículo se ha convertido en la práctica más recurrente del panismo; la falta de agenda, de ideología y del más común de los sentidos los tiene exhibidos a nivel nacional y estatal, empezando por lo gritos que fueron a dar al palacio de gobierno en la capital del estado, tres solitarios diputados panistas, para hablar sobre el fiscal, hasta los golpes que se dieron en la elección interna de su partido.

Así están las prioridades del panismo, tan erróneas como claras, tan extraviadas como ridículas, sobre todo si le sumamos el hecho que tan solo la semana anterior, los senadores panistas rechazaron sancionar a las empresas factureras mejor conocidas como empresas fantasmas.

Es este el tamaño de la oposición, es esa la calidad moral de quienes ahora exigen la desaparición de poderes en el estado o juicio político contra el gobernador Cuitláhuac García, lo bueno es que ahora todos se muestran como son, lo bueno es que ahora todos los ciudadanos sabemos, como lo dijo el presidente, que “el triunfo de la reacción es moralmente imposible”.