22 - Enero - 2020 | 21:12

Nunca en este espacio, abrimos frentes en contra o a favor de un personaje público, ni se hace quema de incienso en culto a la personalidad; mucho menos se entonan cánticos laudatorios hacia la labor de un funcionario.

Sin embargo, el análisis es frío. En un lapso de seis horas, Verónica Hernández Giadáns, encargada de despacho en la Fiscalía General del Estado, lidió con los dardos inquisidores de los diputados que la interrogaron.

Dijo que ahora sí, la justicia está llegando a los ciudadanos porque ella es abogada de los veracruzanos y no de una sola familia.

Tan sólo en el 2019, la FGE abrió 80 mil carpetas de investigación, 30 mil de estas investigaciones ministeriales fueron subidas a la plataforma digital, habida cuenta de que las tenían manuscritas, en libros que permanecían arrumbados.

De los mil 240 hombres y mujeres reportados como desaparecidos, contabilizados el año pasado, 588 fueron hallados por la FGE, lo que presupone un avance, pues hay todavía abiertos mil 155 casos.

Citó los 298 secuestros registrados el año pasado, pero también de la desarticulación de 22 bandas delincuenciales dedicadas a esta criminal actividad.

Sacó a relucir con documentos, el salario oscilante de Marcos Even Torres Zamudio, fiscal anticorrupción quien percibía casi 300 mil pesos al mes.

Respecto a su relación familiar con una presunta delincuente ligada al crimen organizado de la zona sur de Veracruz, también enfrentó el tema con total transparencia manifestando que la familia no se escoge, los amigos sí.

Entrando al terreno de las suposiciones, sería tanto como poner como ejemplo a los Yunes Rojos y los Yunes Azules.

Ambas familias llevan en la camiseta colores diferentes, pero en sus venas corre la misma sangre. Y será el sereno, pero sus respectivos líderes se han acusado mutuamente de todo.

En resumen, se diga lo que se diga la funcionaria fue clara y transparente en sus respuestas.

Sin lugar a dudas cada quien es responsable de sus actos. Y ella, en este caso, no tiene por qué responder o ser culpable de las acciones de su parentela, sea quien sea.

Y ciertamente: la familia no se escoge. Los amigos, sí.

NO QUIEREN A URRETA

Estuvo en Veracruz el presidente nacional de la Canacintra, el veracruzano Enoch Castellanos Férez, en donde ofreció conferencia de prensa para dar a conocer la postura de este organismo empresarial con respecto a la política económica implementada por Andrés Manuel López Obrador.

En términos generales pintó un panorama negativo, sobretodo en materia de seguridad a nivel nacional.

Pero quien vino a dar la nota chusca en la gira del líder nacional de Canacintra, fue el dirigente local del Consejo Coordinador Empresarial, José Manuel Urreta, quien sin ser invitado se presentó a la conferencia de prensa y quiso aprovechar el foro sentándose junto a Enoch Castellanos para sacar raja mediática.

Esta situación molestó a muchos compañeros periodistas, quienes tuvieron que seguir parados durante la entrevista puesto que Urreta no quiso soltar la silla ni para ir al baño.

Protagonismo puro!