06 - Julio - 2022 | 10:14

En el ayuntamiento de Veracruz, sin lugar a dudas, la oposición es letra muerta.

Diríamos, utilizando una frase por todos conocida: La alcaldesa Patricia Lobeira va como en caballo de Hacienda.

Así, a seis meses de haber iniciado la gestión municipal más importante del estado de Veracruz, la presidenta panista tiene en los seis regidores morenistas y una “priista” a sus principales aliados y promotores.

Y es que en medio año han sido dos los chispazos de “rebeldía” que los seis ediles morenos tuvieron para simular que serían una “férrea oposición” dentro del Cabildo porteño.

1.- Cuando en enero se opusieron a la creación de la obsoleta Procuraduría para la Defensa de los Usuarios del Agua.

2.- Y en abril, cuando se negaron a aprobar un supuesto préstamo que la esposa de Miguel Yunes Marqués disfrazó a los ediles como “adelanto de participaciones federales”.

Y párenle de contar. 

De ahí en adelante, Virginia Roldán Ramírez, Dolores Hernández Sarmiento, Lissethe Martínez Echeverría, Patricio Franceschy Marín, Sebastián Cano Rodríguez y Daniel Martín Lois, solamente “juegan” a ser opositores en un gobierno manejado tras bambalinas por mentes perversas.

Se entiende, salvo Martín Lois que es un empresario solvente (pero que trae su sueño guajiro de ser candidato a la alcaldía, para lo cual presume que trae comiendo de su mano a toda la clase política local), los demás ediles son presa fácil para “convencerlos” -con unos cuantos pesos- sometiéndose así a la voluntad de la causa panista.

Vemos a un inexperto e inmaduro Sebastián Cano, quien antes de ser incluido en la planilla por Ricardo Exsome apenas hilaba una frase completa, pero ahora camina por los pasillos del palacio con los hombros erguidos y con aires de perdona vidas.

También ahora lo vemos como férreo apologista del comité organizador del malogrado Carnaval de Veracruz.

De los demás, no hay nada qué decir.

Y decimos nada, porque no han hecho nada en seis meses.

Bueno, sí: todos se olvidaron de quien los puso donde están y ahora buscan ansiosamente ser candidatos a diputados locales o federales.

Lo que pegue, pues.

Ya probaron las mieles del poder ($$$) y ahora buscarán perpetuarse como en los viejos tiempos del priismo.

De la “priista” Belem Palmeros ni hablar.

Ella está tratando de ganarse la quincena sirviéndole de tackleadora a Lobeira.

En resumen: la presidenta (o quien la maneje) supo hacer “política” y conformó en breve tiempo un Cabildo a modo y totalmente azulado.

Punto.